El acondicionamiento acústico


El tratamiento o acondicionamiento acústico es un aspecto esencial en el diseño de un estudio de grabación, ya que influye directamente en la calidad del sonido captado y reproducido en el espacio. Un buen acondicionamiento no solo minimiza problemas como ecos, resonancias y ondas estacionarias, sino que también optimiza la percepción de las frecuencias y mejora la precisión de la mezcla y masterización.

Este proceso se diferencia del aislamiento acústico, que tiene como objetivo evitar la entrada y salida del sonido del estudio. En cambio, el acondicionamiento acústico se centra en el control del sonido dentro del espacio.


Principios del acondicionamiento acústico

Para lograr un sonido equilibrado y sin distorsiones en un estudio de grabación, es fundamental controlar los siguientes aspectos:

Reflexión del sonido

El sonido se refleja en las superficies del estudio, creando ecos y acumulaciones de frecuencia no deseadas. Se utilizan materiales absorbentes y difusores para controlar estas reflexiones y evitar interferencias con el sonido directo.

Puedes descubrir más sobre las reflexiones en la reflexión acústica.

Absorción acústica

La absorción es la capacidad de ciertos materiales para reducir la energía de las ondas sonoras, evitando que se reflejen en exceso. Se utilizan materiales como espuma acústica, lana de roca y paneles de fibra de vidrio para controlar la reverberación y mejorar la claridad del sonido.

Puedes descubrir más sobre la absorción en la absorción acústica.

Difusión acústica

La difusión permite dispersar las ondas sonoras de manera uniforme en el espacio, evitando acumulaciones de frecuencias y generando una acústica más natural. Se utilizan difusores de madera o plástico con diseños geométricos que rompen la dirección de las ondas.

Control de frecuencias graves

Las frecuencias bajas tienden a acumularse en las esquinas y paredes, causando problemas como las ondas estacionarias. Para solucionarlo, se instalan trampas de graves que absorben estas frecuencias y equilibran la respuesta acústica del estudio.


Elementos del acondicionamiento acústico

Paneles absorbentes

Los paneles absorbentes son elementos diseñados para minimizar las reflexiones sonoras en las superficies del estudio, como paredes y techos. Su función principal es reducir la reverberación, evitando que el sonido rebote de manera excesiva y genere interferencias que afecten la claridad del audio.

Estos paneles están fabricados con materiales porosos que capturan parte de la energía sonora y la convierten en calor, disminuyendo así la cantidad de sonido reflejado en el ambiente. Entre los materiales más utilizados se encuentran la espuma acústica, la lana de roca y la fibra de vidrio, cada uno con propiedades específicas para absorber diferentes rangos de frecuencia.

Paneles absorbentes de espuma

Suelen instalarse en las paredes laterales del estudio para controlar las primeras reflexiones del sonido, detrás de los monitores de referencia para evitar interferencias en la escucha y en el techo, justo sobre la posición de escucha, para absorber reflexiones verticales que podrían afectar la percepción del sonido.

Colocación de los paneles absorbentes en la sala de control de un estudio de grabación

Difusores acústicos

Los difusores acústicos están diseñados para dispersar las ondas sonoras en múltiples direcciones, evitando que el sonido se concentre en puntos específicos del estudio. A diferencia de los paneles absorbentes, que reducen la energía del sonido al absorberlo, los difusores redistribuyen las ondas sin eliminarlas, contribuyendo a una acústica más equilibrada y natural.

Estos elementos pueden estar fabricados con distintos materiales, como madera, plástico o poliestireno, cada uno con propiedades que afectan la forma en que el sonido se dispersa. Su diseño suele incluir superficies irregulares o patrones geométricos que ayudan a romper las ondas sonoras y distribuirlas de manera uniforme en el espacio.

Paneles difusores de madera

Para maximizar su efectividad, los difusores se instalan en paredes traseras y en el techo, en puntos estratégicos donde las reflexiones puedan generar acumulaciones de sonido o coloraciones no deseadas. Su uso es especialmente importante en estudios de grabación y mezcla, ya que ayuda a mantener un ambiente acústico equilibrado sin que el sonido se perciba excesivamente seco o apagado.

Colocación de los paneles difusores en el techo de la sala de control

Trampas de graves

Las trampas de graves son dispositivos diseñados para absorber frecuencias bajas y reducir la acumulación excesiva de energía en determinadas áreas del estudio. Las frecuencias graves tienden a concentrarse en las esquinas y generar resonancias no deseadas, lo que puede afectar la precisión de la escucha y provocar una respuesta de bajos poco equilibrada.

Para un control efectivo, las trampas de graves se colocan estratégicamente en las esquinas del estudio y en otros puntos donde las ondas estacionarias tienden a acumularse. Su diseño permite disipar la energía de las frecuencias bajas, evitando problemas como el refuerzo o la cancelación de ciertas notas en el espectro sonoro.

Trampas de graves de espuma

Existen distintos tipos de trampas de graves, cada una con características específicas. Las trampas de espuma ofrecen una absorción moderada y son fáciles de instalar, mientras que las trampas de membrana y las resonantes están diseñadas para actuar de manera más selectiva en frecuencias problemáticas, proporcionando un control más preciso del sonido.

Colocación de las trampas de graves en las esquinas de la sala de control

Después de trabajar en el acondicionamiento acústico para optimizar la calidad del sonido dentro del estudio, es momento de abordar el aislamiento acústico. Mientras que el acondicionamiento mejora la acústica interna, el aislamiento se enfoca en evitar la filtración de ruidos externos y la fuga de sonido, garantizando un entorno de grabación libre de interferencias.