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Acústica

Teoría | Estudio

Inteligibilidad y medida de la inteligibilidad


La inteligibilidad se refiere a la claridad y facilidad con la que se puede entender el habla o el sonido en un entorno. Es una medida crucial en acústica, especialmente en contextos donde la comunicación verbal es esencial, como salas de conferencias, aulas o teatros.

Una buena inteligibilidad significa que el oyente puede comprender con precisión lo que se dice o escucha, sin necesidad de esforzarse o pedir que se repita.


Factores que afectan a la Inteligibilidad

La inteligibilidad del sonido puede verse afectada por varios factores, tanto internos (relacionados con la fuente del sonido y su transmisión) como externos (relacionados con el entorno):

  1. Reverberación: Excesiva reverberación puede hacer que las palabras se mezclen entre sí, reduciendo la claridad del habla. Las reflexiones prolongadas y repetitivas pueden enmascarar las señales importantes del sonido directo, disminuyendo la inteligibilidad.

  2. Ruido de fondo: El ruido de fondo, como el tráfico, el zumbido de equipos eléctricos, o el murmullo de conversaciones en un restaurante, puede competir con el sonido principal, haciendo más difícil la comprensión del mensaje. La relación señal/ruido (SNR), que compara la intensidad del sonido deseado con la intensidad del ruido de fondo, es un indicador importante en este contexto.

  3. Distorsión del Sonido: La distorsión causada por altavoces, sistemas de transmisión de audio o la propia voz puede degradar la calidad del sonido, dificultando su comprensión.

  4. Frecuencias del Sonido: Las frecuencias medias, particularmente aquellas en el rango de 1 a 4 kHz, son fundamentales para la inteligibilidad del habla. Las frecuencias muy bajas o muy altas son menos importantes para la comprensión de palabras.

  5. Articulación y Dicción del Orador: La forma en que se pronuncian las palabras también afecta la inteligibilidad. Una buena dicción y una velocidad de habla moderada son esenciales para una comunicación efectiva.


Medición de la Inteligibilidad

Existen varias métricas y métodos para medir la inteligibilidad del sonido en un entorno. Estas mediciones se utilizan para evaluar y mejorar la acústica de un espacio con el fin de garantizar una comunicación clara y efectiva.

Índice de Transmisión del Habla (STI)

El Índice de Transmisión del Habla (STI - Speech Transmission Index) es una de las métricas más utilizadas para medir la inteligibilidad del habla. El STI proporciona un valor numérico que va de 0 a 1, donde:

  • 0 representa una inteligibilidad muy baja (habla ininteligible).
  • 1 representa una inteligibilidad perfecta (habla claramente inteligible).

El STI tiene en cuenta varios factores que afectan la inteligibilidad, como la relación señal/ruido, la reverberación y la distorsión. Se mide utilizando equipos especiales que generan señales de prueba y miden cómo estas señales se modifican al viajar a través de un espacio. Esta sería su clasificación según los resultados:

Valor numérico Clasificación Inteligibilidad
0.00 - 0.30 Muy pobre Habla prácticamente ininteligible
0.30 - 0.45 Pobre Habla difícilmente inteligible
0.45 - 0.60 Razonable Habla inteligible, pero con dificultad
0.60 - 0.75 Buena Habla claramente inteligible
0.75 - 1.00 Excelente Habla perfectamente inteligible
Porcentaje de Palabras Correctamente Entendidas (PBW)

El Porcentaje de Palabras Correctamente Entendidas (PBW - Percentage of Words Correct) es una métrica basada en la evaluación directa de la capacidad de los oyentes para comprender palabras individuales en un entorno dado. En este método, se presenta una lista de palabras a un grupo de oyentes, y se mide el porcentaje de palabras que los oyentes entienden correctamente.

Esta métrica es útil para medir la inteligibilidad en situaciones reales y proporciona un enfoque más directo de cómo se percibe el habla en diferentes condiciones acústicas.

Índice de Claridad del Habla (C50 y C80)

El Índice de Claridad del Habla (C50 y C80) es una medida que compara la energía del sonido temprano (primeros 50 ms o 80 ms) con la energía del sonido tardío (reflexiones posteriores). Se expresa en decibelios (dB) y se utiliza para evaluar la inteligibilidad en espacios grandes, como auditorios y salas de conciertos.

  • C50: Se utiliza para evaluar la claridad del habla, especialmente en espacios donde la comunicación verbal es crucial.
  • C80: Se utiliza principalmente para evaluar la claridad de la música en salas de concierto. Aunque es menos relevante para el habla, puede proporcionar información sobre cómo los diferentes tipos de sonido son percibidos en un espacio.
Relación Señal/Ruido (SNR - Signal-to-Noise Ratio)

La relación señal/ruido (SNR) mide la diferencia entre el nivel de la señal deseada (como la voz del orador) y el nivel del ruido de fondo en el entorno. Se expresa en decibelios (dB):

  • SNR positiva: Significa que la señal es más fuerte que el ruido, lo cual es deseable para una buena inteligibilidad.
  • SNR negativa: Indica que el ruido es más fuerte que la señal, lo que resulta en una pobre inteligibilidad.
Método de la Escala de Inteligibilidad de la Habla (SIS)

La Escala de Inteligibilidad de la Habla (SIS - Speech Intelligibility Scale) es una técnica de evaluación subjetiva en la que un grupo de oyentes califica la claridad del habla en una escala, típicamente de 1 (ininteligible) a 5 (perfectamente inteligible). Es una forma directa y rápida de evaluar la inteligibilidad, aunque puede estar influenciada por la percepción subjetiva de los oyentes.


Mejora de la Inteligibilidad

Para mejorar la inteligibilidad en un espacio, se deben abordar los factores que afectan la claridad del sonido:

  1. Controlar la reverberación: Utilizar materiales absorbentes, como paneles acústicos, alfombras y techos acústicos, para reducir la reverberación y evitar que las reflexiones sonoras interfieran con el sonido directo.

  2. Reducir el ruido de fondo: Minimizar las fuentes de ruido no deseado, como sistemas de HVAC, máquinas o tráfico exterior. Usar barreras acústicas o aislamiento para bloquear los ruidos externos.

  3. Optimizar la relación Señal/Ruido: Utilizar sistemas de sonido con buena cobertura y control de volumen para asegurar que el nivel de la señal sea adecuado en todas las áreas del espacio.

  4. Diseño acústico del espacio: Planificar la disposición de los altavoces y micrófonos para minimizar la retroalimentación acústica y maximizar la claridad del sonido.

  5. Educación y formación del orador: Enseñar a los oradores a articular claramente y a ajustar su ritmo de habla y volumen según las condiciones acústicas del entorno.


Una vez comprendida la importancia de la inteligibilidad para una buena experiencia auditiva, avanzamos hacia el acondicionamiento acústico. Este proceso se centra en optimizar las características de un espacio para mejorar la claridad del sonido, controlando la reverberación, las resonancias y otros factores que afectan a la calidad acústica.