A lo largo de la historia de la captación sonora, han surgido distintos tipos de micrófonos diseñados para necesidades y contextos específicos. Aunque todos comparten la función básica de convertir sonido en señal eléctrica, lo hacen a través de diferentes principios físicos de transducción, lo que les otorga particularidades técnicas, sonoras y prácticas.<
En este artículo exploraremos los tipos más comunes según su principio de funcionamiento, sin entrar en profundidad en su construcción o uso específico, lo cual trataremos en los siguientes apartados. Aquí nos centraremos en los grandes grupos que forman la base del mundo del audio profesional.
Micrófonos dinámicos
Los micrófonos dinámicos funcionan mediante un principio electromagnético. Dentro de ellos hay un diafragma unido a una bobina de alambre, colocada dentro de un campo magnético creado por un imán permanente. Cuando el diafragma se mueve con las ondas sonoras, la bobina también lo hace, generando así una corriente eléctrica inducida.

Este tipo de micrófono es conocido por su durabilidad, resistencia a altos niveles de presión sonora (SPL) y construcción robusta. A diferencia de los de condensador, no requieren alimentación externa.
Debido al peso de sus partes móviles (diafragma y bobina), no capta tan bien las altas frecuencias, ya que es en ese rango donde las partes mecánicas deben moverse más rápidamente. Esto provoca que su respuesta en frecuencia no sea tan plana como la de otros tipos de micrófonos y presente un realce entre los 2 y 8 kHz.

Micrófonos de condensador
Los micrófonos de condensador utilizan un principio electrostático para captar el sonido. Están formados por dos placas: una fija y otra móvil (el diafragma), que juntas forman un condensador. Cuando el diafragma vibra al recibir una onda sonora, cambia la distancia entre las placas y, por lo tanto, la capacitancia. Este cambio se convierte en una señal eléctrica que representa el sonido.

Estos micrófonos son altamente sensibles, precisos y con un rango de frecuencia más amplio que otros tipos. Son ideales para capturar los matices y detalles de una voz o instrumento, ya que reproducen con gran fidelidad tanto frecuencias altas como bajas.
Debido a su diseño, requieren alimentación phantom (+48V) para funcionar, y suelen ser más delicados, especialmente ante cambios bruscos de temperatura o humedad.
Micrófonos de cinta
Los micrófonos de cinta se basan también en el principio electromagnético, pero en lugar de una bobina, utilizan una fina cinta de aluminio suspendida entre los polos de un imán. Esta cinta vibra directamente con el sonido y genera la señal eléctrica.

Su respuesta es extremadamente suave y natural, con un carácter cálido que suaviza las frecuencias agudas. Históricamente se usaron mucho en radio y grabación de música clásica o jazz.
Tradicionalmente eran frágiles y no soportaban bien los niveles de presión sonora elevados ni la alimentación phantom, pero los modelos modernos han mejorado significativamente en estos aspectos.
Micrófonos piezoeléctricos
Estos micrófonos no captan el sonido por el aire, sino por vibraciones mecánicas en la superficie donde se colocan. Usan cristales piezoeléctricos que, al deformarse por presión, generan una señal eléctrica.

Son particularmente útiles en situaciones donde se necesita aislamiento de ruido ambiental o captación directa de un instrumento acústico. No suelen captar las frecuencias altas tan bien como otros tipos, pero ofrecen una excelente relación señal/ruido en entornos complejos.
Micrófonos MEMS (Micro-Electro-Mechanical Systems)
Los micrófonos MEMS son microsistemas integrados construidos sobre un chip de silicio. Funcionan mediante una versión miniaturizada del principio capacitivo (similar al condensador), pero adaptado a dispositivos electrónicos.
Su principal ventaja es el tamaño extremadamente reducido, su bajo coste y su integración directa con placas electrónicas. Aunque no alcanzan la calidad sonora de los micrófonos profesionales, son suficientes para muchas aplicaciones de consumo, como los smartphones.
Después de conocer los distintos tipos de micrófonos y sus características, es momento de profundizar en la directividad. Este concepto describe cómo responde un micrófono al sonido según la dirección desde la que proviene, lo que influye directamente en su uso y en la captación del entorno.